"La experiencia de una carrera no se cuenta, te apuntas y la experimentas"
Estas fechas tan señaladas hacen que seamos propensos a llegar a los excesos navideños. Estos excesos hacen que nos planteemos que debemos compensar machacándonos en el gimnasio, pero esta creencia no es correcta.
Los expertos dicen que debemos compensar durante las fechas en las que vamos a realizar estos excesos pero esto no quiere decir que nos machaquemos en el gimnasio para no engordar. La idea no consiste en pegarse un festín en las comidas y luego una paliza en el gimnasio. Esta creencia es completamente errónea ya que de esta manera no mejoramos nuestra condición física. Nuestro cuerpo funciona de otra manera y por esto es mucho más importante controlar qué se come durante todo el año y no lo que se come justo en las Navidades. Esto quiere decir que debemos llevar una dieta lo más saludable y equilibrada posible durante la mayor parte del tiempo posible.
Si llevamos una dieta saludable durante todo el año podemos relajarnos en ocasiones igual que podemos hacerlo con la práctica de ejercicio.
Durante la Navidad la rutina diaria cambia bastante y esto provoca que tengamos menos tiempo para nuestros entrenos y hábitos de ejercicios. Lo recomendable es no abandonar la práctica de ejercicio de forma completa y retomar la rutina de forma normal sin tener que realizar mayores esfuerzos de los que teníamos anteriormente.
Por todo esto deberíamos cambiar el término compensar para evitar estos malentendidos.
¿Qué sucede con las rutinas de compensación?
Cuando tomamos por norma el excedernos de forma desordenada y luego queremos compensar en el gimnasio machacándonos, conseguiremos frustrarnos y agotarnos siendo esto un completamente contrario a alcanzar un objetivo físico de bienestar.
Pero, ¿porqué no conseguimos mejorar cuando comemos en exceso?
Es tan sencillo como saber que las comidas navideñas son comidas con poco valor nutricional que te van a aportar poca energía y esto hará que, aunque hagas ejercicio, no mejores tu condición física ya que la fuerza y la resistencia dependen de que el músculo crezca y este no lo hace cuando consumimos grasas y azúcares.
Por lo tanto, podemos y debemos mantenernos activos pero sin intentar purgar nuestra mala alimentación con un exceso de ejercicio que nos nos ayudará a quemar todo lo que hemos ingerido.
¿Puedo dejar de realizar ejercicio durante el tiempo de fiesta?
Lo ideal es mantener el mismo nivel de ejercicio que realizábamos antes de las fiestas pero si no podemos debido a la falta de tiempo y los compromisos navideños, podemos reducir un poco la práctica de ejercicio. Pero no es nada recomendable parar por completo ya que si olvidamos las costumbres durante tiempo prolongado comenzamos a disminuir la fuerza de los músculos además de costarnos más levantar peso. Cuando se interrumpe totalmente el entrenamiento se produce una pérdida gradual de la capacidad de rendir físicamente al mismo nivel. Tanto es así que pocos días después de dejar de entrenar experimentamos un descenso significativo de la función cardiovascular y del potencial metabólico muscular.
¿Qué ejercicios podemos realizar durante estos periodos de excesos y poco tiempo para entrenar?
A veces, durante las fiestas tenemos menos tiempo para poder ir al gimnasio y esto se puede convertir en una excusa para abandonar el ejercicio. Por eso podemos realizar unos ejercicios de calistenia que usa nuestro propio cuerpo para superar limitaciones. Esta es una práctica que se fundamenta en usar el propio peso para aumentar la musculatura.
Estos ejercicios pueden realizarse en cualquier lugar y momento que tengamos libre.
Lo primero que tenemos que realizar es un calentamiento de 10 minutos y posteriormente realizaremos estos 4 ejercicios que sacarán el máximo partido a la rutina:
Estas sesiones son muy cortas pero si quieres aumentar el tiempo de ejercitación solo debes realizar más rondas con las mismas repeticiones. También debes realizar ejercicios de brazos, core y piernas para que trabajes todo el cuerpo y asegurarte dar el 100% para que sean efectivos.
Y recuerda que lo más importante es cómo se hace el ejercicio no cuántas veces lo repites.
