El deporte diario es una actividad que nos ayuda a mantener nuestro cuerpo en forma y nos aporta muchos beneficios que hacen que practicarlo sea bueno para nosotros. Pero debemos tener en cuenta que hay una serie de circunstancias en las que se aconseja evitar la práctica de deporte.
¿Por qué debemos hacer deporte?
Los beneficios de hacer deporte son muchos, desde la mejora a nivel cardiovascular hasta la funcionalidad del aparato respiratorio. Produce cambios hemodinámicos, neurológicos y metabólicos.
Toda actividad física proporciona equilibrio en la salud y esto previene problemas óseos como la osteoporosis, el dolor de espalda y muchos daños originados por una mala higiene postural.
¿Cuándo no debemos hacer deporte?
A pesar de todos los beneficios del deporte, hay momentos en los que puede volverse una actividad desaconsejada. Esto dependerá de la forma y de las condiciones en las que lo practiquemos.
Hacer deporte de manera excesiva o de una forma incorrecta puede provocar los efectos contrarios a los que se pretenden conseguir. Por ejemplo, las personas con problemas como la hipertensión tienen que controlar la cantidad y dureza del deporte que realizan ya que un exceso en alguna de estas puede empeorarla. Pero no solo hablamos de la intensidad, duración o cantidad de deporte, y es que en ocasiones la mejor opción es evitar cualquier actividad física. Y hay tres situaciones específicas en las que debemos evitar hacer deporte:
1. Cuando no hemos dormido suficiente
Cuando pasamos una mala noche ya sea de forma esporádica o recurrente, tendemos a pensar que hacer deporte nos ayudará a activarnos durante el día y que cargará nuestras pilas. Pero esto no es cierto y lo que nos ocurre es lo siguiente:
Pero si no duermes bien y no quieres perder un día de entreno, la mejor opción es caminar y si tu nivel de ejercicio habitual es muy exigente y entrenar a un nivel muy alto, puedes trotar de forma moderada a menos de la mitad de la exigencia normal de entreno.
2. Cuando consumimos alcohol
El alcohol es una sustancia que afecta al rendimiento y a la fuerza, pero donde más nos va a influir es en la coordinación y precisión. Los efectos del alcohol en nuestro cuerpo son:
3. Cuando sufrimos una lesión
Cuando tu cuerpo se lesiona muchas veces avisa cuando aun no es grave. De tal manera que solemos decir que tenemos un pequeño dolor y una molestia. Y este dolor no hará que dejemos de entrenar, descansemos e incluso acudamos a un especialista para que nos trate. Lo normal es que sigamos entrenando esperando que el dolor se vaya de la misma manera que vino.
En algunas ocasiones, pocas entre todas las que pueden ser, este dolor no implica más que una sobrecarga o pinzamiento que no implica nada más. Pero en la mayoría de los casos es una lesión que podría curarse de forma rápida y que al seguir entrenando nos llevará a un descanso más largo y una recuperación más difícil.
Por esto, debemos prestar a tensión a las señales que nos da nuestro cuerpo y parar durante unas semanas es mejor que tener que hacerlo por meses. Para, mientras dure este descanso, no perder todo lo ganado con esfuerzo durante los entrenamientos hay una serie de consejos que te ayudarán:
Recomendaciones a la hora de hacer deporte