"La experiencia de una carrera no se cuenta, te apuntas y la experimentas"

Los pies del corredor

Autor: corre4ever
Publicado el: 28 de mayo de 2021

Los pies deben de ser considerados unos de los puntos más importantes del cuerpo por el corredor ya que es la parte que primero toma contacto con el suelo y es la última que lo abandona en cada zancada.

Los pies son los receptores del peso en cada apoyo con el suelo. Reciben todo el peso del cuerpo que en carrera puede duplicarse o triplicarse y por esto deben estar preparados para resolver de forma eficaz esta exigencia extra durante las carreras y entrenos para evitar la deformación y para que respondan de forma correcta durante todo el tiempo de carrera. Y por eso debemos prestarles atención y dedicarles tiempo en nuestro entreno.

Las funciones del pie:

  • Absorber el impacto constante
  • Amortiguar
  • Adaptar la pisada a terreno irregular
  • Impulsar la fuerza necesaria para avanzar

Debemos tener en cuenta que con unos sencillos ejercicios de movilidad, fuerza y propiocepción podemos lograr una mejora considerable y rápida de los pies.

Ejercicios de refuerzo de los pies:

  • Colocamos los  pies juntos y sin separarlos mantenemos el equilibrio unos 10 segundos en posición de punta. Luego pasaremos a la posición de talón intentando no separar los pies y aguantaremos otros 10 segundos. Lo repetiremos 2 o 3 veces dad posición. Cuando ya tengamos este ejercicio controlado podremos aumentar la dificultad realizándolo con los ojos cerrados.
  • Con los pies separados unos centímetros deberemos pasar de una posición de pronación a una de supinación apoyando solo en los extremos interno o externo en cada posición. La haremos de forma alterna sin parar realizando unas 20 o 30 repeticiones y sin doblar las rodillas.
  • Apoyamos todo nuestro peso en una pierna ligeramente flexionada, y ponemos el pie en punta. La otra pierna la levantamos como si estuviéramos corriendo y mantenemos esta posición unos 15 segundos y cambiamos de pierna. Realizamos 2 o 3 repeticiones con cada ejercicio. También podemos aumentar la dificultad realizándolo con los ojos cerrados.
  • Sentados apoyamos un pie y el otro lo dejamos libre. Al pie libre le colocamos una banda elástica en la punta y hacemos extensiones de la punta del pie para estirar la banda y lo aguantamos unos 20 segundos. Luego cambiamos de pie y repetimos 2 o 3 veces con cada pie. Podemos ir aumentando la dificultad acortando la banda para que ofrezca más resistencia.
  • De pie sobre una pierna estirada con toda la planta del pie apoyada. La otra pierna doblada a la altura de la cadera y mantenemos el equilibrio de 20 a 30 segundos. Cambiamos de pie y realizamos 2 o 3 repeticiones con cada pierna. Este ejercicio se puede aumentar en dificultad cerrando los ojos, moviendo los brazos como si estuviéramos corriendo o utilizar una superficie inestable para aumentar la dificultad de equilibrio. Y para crear la mayor dificultad podemos mezclar varias o todas ellas.
  • Colocamos la punta de un pie en un bordillo no muy alto dejando el talón libre. Bajamos muy poco a poco, debemos tardar unos segundos e ir controlando en todo momento el movimiento y la posición del pie, hasta apoyar el talón en el suelo y para subir nos ayudamos de ambos pies. Realizamos 2 series de unas 10 repeticiones con cada pie.
  • Descalzos sobre una toalla agarramos con los dedos la toalla y vamos traccionando los pies para avanzar. Al principio podemos recorrer unos 20 o 30 cm y poco a poco iremos practicando para llegar a recorrer 1 metro. Podemos realizar una serie con las piernas estiradas y otra con las rodillas ligeramente flexionadas para implicar también al sóleo.
  • Descalzos colocaremos un calcetín o trozo de tela que debemos ir enrollando como una pelota con los dedos de los pies y luego lo iremos estirando de nuevo hasta alisarlo por completo.
  • Descalzos deberemos de ir cogiendo con los dedos un calcetín u otro trozo de tela. Lo levantamos y lo dejamos caer de nuevo. Lo repetiremos unas 20 veces con cada pie.

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